Medinaceli y Monasterio de Santa María de Huerta (Soria)

En Octubre de 2022, visitamos la localidad soriana de Medinaceli, que pertenece a la red de «Pueblos más bonitos de España«. Es una escapada que se puede hacer perfectamente en el día desde Madrid, ya que se tarda aproximadamente 1h 30′. Después de comer, nos acercamos al Monasterio de Santa María de Huerta, de la orden cisterciense, el cual se encuentra a unos 20-25′ de Medinaceli. Desde el monasterio, se tarda igualmente 1h 30′ en regresar a Madrid.

Medinaceli

Esta imponente ciudad medieval donde convivieron las culturas árabe, judía y cristiana, fue una importante plaza en la vida del Cid Campeador.

Rodrigo Díaz de Vivar fue un caballero valeroso que supo buscar la alianza con el enemigo sin desviarse de sus rectos pilares morales. Eligió el Cid este lugar para dirigir desde aquí sabiamente, sus ejércitos contra las plazas levantadas entre las fértiles vegas de los ríos Jalón y Jiloca. Pronto conquistará la ciudad del Turia y se llenará de tesoros y riquezas, enviando a su desterrador, el rey Alfonso VI un valioso presente. Con semejante regalo, calma la ira del monarca y este autoriza la marcha de Jimena y sus hijas hacia Valencia, en busca del esposo y padre. Alvar Fáñez es el encargado de confianza que las recoge en San Pedro y las traslada, posteriormente a Medinaceli. Aquí espera una escolta enviada por el Cid y con la que tan peculiar séquito, partirá a tierras valencianas:

Ermita del Humilladero

Se encuentra justo en la entrada al pueblo, enfrente del Castillo, pero a una cota inferior. Su estilo es renacentista, y en su elegante portada de doble arcada hay una inscripción que reza: «Empezóse esta obra en el año de 1568 y acabóse en 1569, con las limosnas de los cofrades de la Santa Vera-Cruz y la Humildad ó Soledad»:

Monumento al Sagrado Corazón de Jesús

En la ladera de acceso a la villa, se edificó un monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Sobre una plataforma cuadrada, con magníficas vistas, lugar desde el cual se contempla un amplio paisaje de los alrededores, se levantó una base que sirve de podio para la escultura del Corazón de Jesús:

Arco Romano

Es una de las grandes obras conservadas en la provincia y el único en España de triple arcada. Los romanos construían arcos en algunas ciudades para conmemorar sus triunfos, éste además servía para marcar el límite entre el distrito administrativo Cluniense, al que pertenecía Occilis (Medinaceli) y Caesaraugustano:

Sus dimensiones son monumentales ya que tenía que ser visto desde la vía que pasaba a los pies del cerro en dirección a Caesaraugusta (Zaragoza). Destaca el cuerpo central decorado con dos templetes, de frontón triangular, apoyados en columnas. Es una obra de finales del S. I d.C.:

Mosaico Romano

Bajo el suelo de la Plaza de San Pedro se conservan los restos de una vivienda romana (S. I-II d.C.) que fue abandonada y destruida por un incendio. Sobre sus cenizas, se levantó en el S. X – XI, una casa islámica de la que sólo conocemos algunas habitaciones. Tras la reconquista cristiana, a partir del S. XII y hasta el XV, este espacio acogerá un edificio público y varias tumbas de la necrópolis de la iglesia de San Pedro, una de las 12 parroquias de Medinaceli durante la Edad Media.

La vivienda romana es un ejemplo de casa señorial, con patio interior, entorno al cual, se distribuyen las distintas habitaciones. La principal, y eje de toda la edificación, es el salón y/o sala de recepción. Su suelo es un mosaico polícromo, en el que se representan, alternado en perfecta simetría, motivos geométricos: concha de gallones, sogueados, cadenetas, triángulos, puntas de flechas, … y figurados: flores, cascos de guerrero, esquematizaciones de escudos…

Castillo

Se perfila sobre la cima del cerro que alberga esta villa ducal. El paso del tiempo y la pérdida de su función defensivo-militar propiciaron su ruina, con una estampa que se haya muy alejada de la que debió mostrar en su época de mayor esplendor. Los restos que se conservan se corresponden con una fortaleza de tipo señorial, acorde a los patrones típicos de la Baja Edad Media.

Su fábrica es de sillería en las caras exteriores, y de sillarejo en el alma interior. Hasta mediados del S. XIX mantenía íntegra su planta, de forma cuadrada y con torres cilíndricas en las esquinas. Su interior alberga, desde el S. XIX, el cementerio municipal:

Colegiata de la Asunción de Nuestra Señora

Fue construida sobre la planta de un edificio medieval a comienzos del siglo XVI, y terminada en torno a 1540.  Se accede a través de sus dos puertas; la primera, del S. XIX, da al sur, y está cobijada por un pórtico de tres arcos de medio punto. La otra, llamada Puerta del Carmen, es más sencilla y da al norte.

En su interior, destacan la Rejería gótica (1634), que sirve para cerrar el Coro y la Capilla Mayor, y que guarda también la talla en madera del Santísimo Cristo de Medinaceli, donada en el siglo XVI por los duques:

Plaza Mayor

 Levantada sobre el antiguo Foro romano, fue el centro social y administrativo de Medinaceli. En la actualidad, sus más de 5000 m2 de planta están enmarcados por algunos de los edificios más solemnes de esta ciudad:

Aula Arqueológica

 En su interior se recrean los eventos prehistóricos e históricos a través de reconstrucciones a tamaño natural, maquetas de ambientes públicos y privados y multitud de paneles informativos:

Alhóndiga

Es probablemente la construcción más antigua de la plaza. Realizada en el S. XVI, fue edificio público, tanto económico como político, ya que la parte interior se utilizaba como alhóndiga, lugar donde se realizaban las transacciones, compra-venta y almacenaje de grano, y en la parte superior se reunía el Concejo.

También albergó la cárcel del Partido Judicial. Como la mayoría de edificios de Medinaceli, ostenta en su fachada el escudo local:

Palacio Ducal

Construido en el S. XVI, de planta rectangular, se estructura entorno a un patio interior de dos pisos. En un principio, dos torres laterales se alzaban sobre el edificio, pero fueron derruidas en el S. XIX. La fechada fue diseñada por Juan Gómez de Mora en 1623.

Renacentista, resalta su elegante y simétrica sobriedad. Destacan los frontones semicirculares de las balconadas y el escudo de los Duques de Medinaceli, que se protege con una cornisa.

En su interior es posible admirar su claustro y un par de mosaicos romanos (uno del S. IV que tiene como tema central a la Diosa Ceres y otro del S. II de teselas más pequeñas y animales fantásticos) que se han podido recuperar en las excavaciones de la plaza y en la calle San Gil:

Convento de las Hermanas Clarisas de Santa Isabel

Fundado por las hermanas Clarisas en el año 1528, es el único convento en activo de los cuatro con los que contó la villa de Medinaceli. Se organiza en torno a un patio central y se halla adosado a la iglesia de San Martín, templo de origen románico y ampliamente restaurado en el S. XVIII. El edificio muestra en su portada ventanas con molduras y un bello arco escarzano enmarcado con el cordón franciscano:

Palacio del Marqués de Casablanca

Construido a finales del S. XVII, nunca fue el solar oficial de los marqueses, ni siquiera de nombre. Con un volumen muy serio y marcadamente señorial, se adorna con el blasón del marquesado y curiosos balcones completados con elegante forja:

Casa – Palacio El Cuartel

Es una de las casas más importantes, situada en el centro histórico de Medinaceli. Data de finales del S. XV. Dispone de 10 estancias, restaurante, cafetería, biblioteca, bodega, espacios comunes y amplios jardines:

Nevero Árabe

Esta ingeniosa y sencilla estructura árabe servía para almacenar la nieve del invierno, que se mantenía prácticamente intacta hasta el verano. En la época estival, era utilizada para enfriar líquidos y conservar alimentos. Es por tanto un precursor, gigante y natural, de nuestras actuales neveras.

El lugar donde está enclavada, fue estratégicamente escogido, al ser el más frío de la villa, en la ladera norte, una umbría donde la nieve puede permanecer sin derretirse durante mucho tiempo:

Beaterio de San Román

Este extraño edificio de incierto origen, ha tenido diferentes funciones a lo largo de la historia. Fue parroquia hasta 1558. En esa fecha se convirtió en morada de devotas y aristocráticas mujeres, que sin obedecer reglas muy estrictas, vivían en comunidad. A partir de entonces se le conocerá con el nombre de Beaterio. Posteriormente adoptaron la regla de San Jerónimo y la ocuparon hasta 1939.

La estructura de su planta parece indicar que en un principio pudo ser un templo no cristiano. La clara influencia oriental, su ubicación en el barrio judío, algunos restos arquitectónicos y su orientación dan argumentos a la teoría más extendida, que afirma que fue una sinagoga.

Arquitectónicamente destacan los sólidos contrafuertes y la espadaña, añadida posteriormente. En el pasado albergó los Cuerpos Santos de los Patronos de Medinaceli, mártires en África:

Iglesia del Beato Julián de San Agustín

Es un templo solido y austero construido en su recuerdo después de su muerte ocurrida en 1606. Dicen que se levantó sobre las ruinas de la casa donde nació el Beato en 1555:

Puerta Árabe

Es la entrada más occidental a la ciudad y una de los accesos originales del primer asentamiento romano. Pese a su origen imperial, debió ser reconstruida y ligeramente variada en su posición en la época árabe, y de ahí su nombre. Las numerosas reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos han variado ligeramente su construcción original:

Paseo por el pueblo

Medinaceli no sólo destaca a nivel monumental, sino que el propio pueblo en sí es especialmente bonito, numerosísimas casas de piedra con plantas y decoraciones florales. Algunos aŕboles de buen porte, que estaban especialmente bonitos en los comienzos del otoño. En fin, que merece la pena recorrer despacio este pueblo y descubrir cada uno de los rincones que ofrece al visitante… Además, a pesar de visitarlo en día festivo, nos lo encontramos bastante tranquilo:

Tras comer en uno de los restaurantes del pueblo, pusimos rumbo al Monasterio de Santa María de Huerta, ubicado a 30 km (poco más de 20′) de Medinaceli.

Monasterio de Santa María de Huerta

La Orden Cisterciense tuvo su origen en 1098, en un lugar de la Borgoña francesa llamado Císter. El monasterio de Santa María de Huerta fue fundado en 1162 y en él habitaron siempre los monjes hasta la exclaustración de 1835. Volvieron de nuevo al monasterio en 1930.

Su vida es monástico-contemplativa, dividiendo su jornada entre la liturgia, la lectio divina (lectura de la Biblia), el estudio y el trabajo, en un clima de silencio y oración, soledad personal y fraternidad comunitaria.

Este espíritu de vida se materializó en un estilo arquitectónico conocido como arte cisterciense. La sobriedad de las piedras rectas y desnudas y la ausencia de representaciones escultóricas tan del gusto románico están en consonancia con el objetivo perseguido por los monjes cistercienses a quienes nada debe distraer de la búsqueda de Dios:

Nartex o Pórtico

Antes de entrar en el recinto monástico, lo primero que se aprecia es la fachada de la iglesia con su portada del S. XII y su gran rosetón, precedidos del antiguo nartex o pórtico de entrada:

Claustro Gótico

Data del S.XIII, alrededor del cual, los monjes realizaban su vida:

Claustro Plateresco

Se encuentra en la parte superior del claustro gótico. No es visitable. Comenzado en 1531. Los medallones de la balaustrada representan principalmente reyes, monjes y personajes bíblicos; en los entrearcos de la galería oriental, los apóstoles:

Iglesia

Empezada en 1179, sigue el modelo de tipo cisterciense, de cruz latina, tres naves y un gran crucero al que se abren la capilla principal y las dobles capillas laterales.

Retablo

Es de Félix Malo (1766). En él se encuentran actualmente los restos de San Martín de Finojosa y Don Rodrigo Ximenez de Rada:

Reja

Data del S. XVIII, es de hierro forjado y dorado al fuego:

Órgano

Encima de la reja, se pueden contemplar el coro (no visitable) tallado en 1557 y el órgano, del S. XVII con ornamentación neoclásica:

Sotocoro

A los pies de la iglesia se encuentra el sotocoro, en cuyo ángulo suroeste está el primitivo sepulcro de Ximenez de Rada, siglos XIII – XIV.

Escalera Real o del Homenaje

Antiguamente, aquí se hallaba el calefactorium. Fue concluida en 1600:

Refectorio de los monjes

Enfrente del patio, está el comedor. Es del S. XII. Pasa a ser único dentro de la arquitectura de la Orden. Es un gran espacio de luz, realizado en dos tiempos; al segundo pertenece la bóveda sexpartita, que sostiene sobre los muros sin necesidad de columnas de apoyo. Se destaca la escalera de subida al púlpito del lector:

Cocina Monumental

Dispone de una gran chimenea central del S. XIII:

Refectorio de los conversos o legos

Entrando en el entreclaustro, se puede observar la zona de los Hermanos Conversos. La llamada Domus Conversorum era la sala de los conversos o legos. Es del S. XII, con columnas románico-mudéjares. En los muros, los arcos y nervios de las bóvedas descansan en las típicas ménsulas (en este caso en forma de modillones) tan característicos del arte cisterciense:

Cilla

Se trata de un almacén, del S. XII. con sus arcos de diafragma y su alfarje de influencia mudejar. Aquí se proyecta un audiovisual de 20′ de duración sobre la Oden del Císter y la vida en el monasterio:

Claustro Herreriano

Se empezó a construir en 1582, terminándose en 1630. Esta parte es la actual residencia de los monjes. En el jardín hay 2 estatuas: una representa a San Martín de Finojosa, abad del monasterio y durante 6 años obispo de Sigüenza; la otra a Rodrigo Ximénez de Rada, arzobispo de Toledo, que participó en la Batalla de las Navas de Tolosa, junto con Alfonso VIII y fue gran benefactor del monasterio. Ambos son de los siglos XII-XIII y están enterrados en la iglesia:

Río Jalón

A los pies del monasterio, fluye el río Jalón, que ofrece una bonita estampa con el monasterio detrás: